Tato forma parte de nuestra cultura por sus agudos, y no pocas veces temerarios, comentarios sobre la realidad política que nos tocó vivir en nuestro pais. Algunos de sus modos y dichos están incorporados a nuestro lenguaje diario.
Al igual que Discepolo, algunos de sus monologos parecen haber sido hechos ayer. Cada vez que tengo que explicar a alguien en el extranjero sobre "¿Que es la inflación?" recurro a su legendario monologo donde lo explicaba. Incluso los grandes tienen que partir, pero supongo que dejando semejante legado debe hacer que su vida haya valido la pena. Incidentalmente su hijo es un agudo comentarista (gráfico) de la realidad a quien leo con atención y deleite cada domingo.
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