El principio de funcionamiento del Arin es igual al de los diseños similares en los que se inspira (Curumim, XBM80-2, etc) el que a su vez se parecen a incontables diseños que fueron derivados por su parte del μ80 del gran Oleg Borodin (RV3GM).
Un transistor operado en baja señal actúa como una llave electrónica controlado por una señal de oscilador local en la frecuencia de trabajo que se haya elegido; la señal de entrada proveniente de la antena resulta entonces mezclada con el oscilador local y como resultado se obtienen principalmente la señal suma, la señal resta (audio), la señal original del oscilador local y un número de espureas dependiendo de distintos factores de diseño del circuito.
Los diseños tan simples tienen limitaciones de funcionamiento y es un ejercicio que requiere no pocos recursos técnicos el lograr sortearlos (¿consistirá en eso, al menos en parte, el atractivo?).
Como todo receptor de conversión directa tiene el problema de frecuencia imagen, lo que en el peor de los casos lleva a interferencias (si hay señales simultaneamente en la frecuencia y su imagen) y en el mejor a la incertidumbre sobre donde está realmente la señal recibida y el ruido de dos canales en lugar de uno.
La innovación del Curumim y el XBM80-2 consiste en que la señal del oscilador local es provista por la misma etapa en una configuración “autooscilante”, en realidad la etapa tiene una tercera función aparte de mezclador y oscilador pues en transmisión es también amplificador de potencia (¡!). Roger (G3XBM) considera que un receptor basado en el principio de conversión directa donde el detector además es el oscilador es en realidad un detector operando bajo el principio superregenerativo. La discusión es conceptual pero en mi opinión un detector opera bajo el principio superegenerativo solo mientras se encuentra por debajo del punto de oscilación continua, cuando el detector comienza a oscilar en forma continua creo que el principio de funcionamiento pasa a ser el de un receptor de conversión directa.
La sencillez viene con “daño lateral” sin embargo, pues en este diseño sencillo la señal del oscilador local también está presente en la antena, la que si es medianamente eficiente la radiará. Es decir que el receptor transmitirá continuamente, esto es un problema de todos los diseños ultralivianos de este tipo (¡!). Esto se puede (y debe) compensar diseñando con cuidado los niveles de señal con que opera el oscilador en recepción y transmisión.
Un transistor operado en baja señal actúa como una llave electrónica controlado por una señal de oscilador local en la frecuencia de trabajo que se haya elegido; la señal de entrada proveniente de la antena resulta entonces mezclada con el oscilador local y como resultado se obtienen principalmente la señal suma, la señal resta (audio), la señal original del oscilador local y un número de espureas dependiendo de distintos factores de diseño del circuito.
Los diseños tan simples tienen limitaciones de funcionamiento y es un ejercicio que requiere no pocos recursos técnicos el lograr sortearlos (¿consistirá en eso, al menos en parte, el atractivo?).
Como todo receptor de conversión directa tiene el problema de frecuencia imagen, lo que en el peor de los casos lleva a interferencias (si hay señales simultaneamente en la frecuencia y su imagen) y en el mejor a la incertidumbre sobre donde está realmente la señal recibida y el ruido de dos canales en lugar de uno.
La innovación del Curumim y el XBM80-2 consiste en que la señal del oscilador local es provista por la misma etapa en una configuración “autooscilante”, en realidad la etapa tiene una tercera función aparte de mezclador y oscilador pues en transmisión es también amplificador de potencia (¡!). Roger (G3XBM) considera que un receptor basado en el principio de conversión directa donde el detector además es el oscilador es en realidad un detector operando bajo el principio superregenerativo. La discusión es conceptual pero en mi opinión un detector opera bajo el principio superegenerativo solo mientras se encuentra por debajo del punto de oscilación continua, cuando el detector comienza a oscilar en forma continua creo que el principio de funcionamiento pasa a ser el de un receptor de conversión directa.
La sencillez viene con “daño lateral” sin embargo, pues en este diseño sencillo la señal del oscilador local también está presente en la antena, la que si es medianamente eficiente la radiará. Es decir que el receptor transmitirá continuamente, esto es un problema de todos los diseños ultralivianos de este tipo (¡!). Esto se puede (y debe) compensar diseñando con cuidado los niveles de señal con que opera el oscilador en recepción y transmisión.
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